Así que esto es lo que pasa cuando una marca como Honda decide rediseñar su moto deportiva de tamaño medio y empezar de cero cada 4 años. Me refiero, por supuesto, a la CBR 600 RR. La apuesta era arriesgada porque el cambio anterior había sido un gran éxito y el nivel ya era muy alto. En definitiva, para poner en marcha una nueva moto sin dejar de lado las ventajas de la versión 2006, así nace la versión 2007. Lejos de ser unánimemente aprobado estéticamente en el momento de su lanzamiento, fue capaz de ganarse a los más escépticos con su chasis y su motor.
Tuve la oportunidad de conducirla durante más de 6.000 km, y sólo con ver los datos técnicos te dan ganas de saber más. 155 kilos de peso en seco para 120 caballos (en versión completa), lo que la convierte en la moto deportiva más ligera de su categoría. Sus palabras clave: manejo, facilidad, versatilidad…
Incluso desde la distancia, se puede reconocer la firma Honda, a pesar del total rediseño de esta moto deportiva. La maceta bajo el asiento sigue ahí, mientras que la luz de freno se ha trasladado a la tapa de barro. Esto es una desventaja estética por una razón: la moto fue diseñada para su uso en pista y todo el bloque se puede quitar con sólo unos pocos tornillos, señala el concesionario de motos segunda mano Granada Crestanevada. En cuanto al maletero, se ha perfeccionado.
En cuanto al frontal, los faros se han aplastado y ahora cuentan con una toma de aire forzada. Y para completar la panoplia de la «agresividad de la moda», los laterales del carenado se han recortado al máximo. Queda el pequeño detalle que mata: la integración del cilindro de dirección electrónica en el depósito, una simple prueba de la calidad del acabado.
Como he dicho antes, he tenido la oportunidad de conducir una CBR 600 RR de 2007 en blanco y antracita durante más de 6000 km y de conocer a muchos pilotos. Y el primer comentario que escuché fue: «Es tan pequeño», «Parece un camarón» e incluso «Cuando te vi venir, creí ver un 125, pero cuando escuché el ruido, me dije: «No es posible». Y sí, es pequeño, pero el diablillo que lo impulsa le da enormes capacidades.
Desde el punto de vista práctico, la CBR dispone de un diminuto maletero bajo el asiento del pasajero, lo justo para guardar una U (específica) o un pequeño disco-cerradura. En cuanto a los mandos, nada que decir, todo está completo: tacómetro digital, cuentarrevoluciones mecánico, indicador de combustible, trip A, B y total, reloj, temperatura del motor y exterior.
Y entonces, con un pequeño empujón en el motor de arranque, comienza la típica melodía casi silenciosa de Honda. A bajas velocidades, su facilidad de maniobra es impresionante. Los pilotos más pequeños estarán encantados, mientras que los más altos encontrarán sus rodillas tocando los lados del carenado. La posición es menos exclusiva que en la versión anterior.
Honda es conocida por hacer motos fáciles de manejar y la CBR no es una excepción. Tal vez incluso demasiado fácil, lo que puede hacer que sea complicado para el jinete desprevenido. Sigue siendo una moto deportiva y la conducción debe adaptarse a ello. Cualquier intento de frenar en la curva, una mala mirada, por ejemplo, le llamará al orden, por lo que los jóvenes pilotos podrán realizar un examen para este tipo de máquinas unos años más tarde.
Es difícil encontrarle defectos en la conducción, y es quizás ahí donde radica el problema: «demasiado perfecto, sin sorpresas» como dirían algunos, no lo suficientemente «divertido». Como una buena pupila, obedece al dedo y al ojo. Llegas a la curva, la pones en la esquina y esperas a que pase. Se estrella en la curva y casi parece que nada puede hacer que se detenga, así que cuidado con el exceso de optimismo. Porque si se suelta, sabes que no podrás cogerlo.
La CBR da confianza por su manejo, pero también por la calidad de su frenado. Yo lo calificaría de utraprogresivo, lo que evita «estallidos» inoportunos de joyas familiares en el depósito (y sí, estoy pensando en ustedes, señores). Al frenar con fuerza, se siente el aplastamiento de la moto por la parte delantera sin que el culo se levante demasiado, lo que resulta muy cómodo para las muñecas.
Con 8 kilos menos en la báscula que la versión de 2006, la CBR también ofrece un motor completamente revisado y también gana 3 caballos. Con un extremo inferior mucho mejor y un extremo superior más fuerte, ofrece un rendimiento ligeramente mejor que el anterior. Sigue siendo un 600cc, así que no esperes ver el aumento de potencia antes de las 5000 rpm (7000 rpm en la versión con brida). Después, no se detiene hasta casi 13.500 rpm (15.000 rpm en la versión completa). Y sí, el acelerador de los tubos de admisión hace su trabajo y evita que entres en la zona roja, un verdadero calvario…
Una apuesta acertada de la marca nipona este año que ha conseguido dotar a esta moto de soltura y eficacia. Sigue siendo un muy buen compromiso para divertirse en carretera con un motor muy utilizable, y una excelente moto deportiva para la pista, siempre que se puedan aprovechar los 120 caballos que tiene. Por último, pero no menos importante, sigue siendo una de las motos deportivas de 600cc más caras del mercado (en el segmento japonés), con 10.990 euros. La perfección tiene un precio…